¿Qué consecuencias tiene rechazar una subasta adjudicada?

Como ya hemos señalado anteriormente en Paz Montero, el mundo de las subastas no es fácil para los usuarios; sobre todo, si es la primera vez que pretenden acceder a ellas. Hay infinidad de cuestiones que tener en consideración, y, lo cierto es que sin experiencia previa puede ser un poco complejo todo el tema de las subastas judiciales.  Son muchas personas las que nos hacen consultas acerca de este tema, y por ello, en este artículo hablaremos de varios asuntos acerca de estas subastas. Sobre todo trataremos de contestar a la pregunta qué ocurre al rechazar una subasta que ya ha sido adjudicada. 

¿Qué hay que saber acerca de las subastas?

Lo primero que mencionaremos será que las subastas son una garantía de que un acreedor va a cobrar una deuda que una persona mantiene con él. 

Es posible subastar cualquier bien que permita conseguir un beneficio económico a cambio. Estos bienes que entran a subasta pública pueden venir a través de cualquier procedimiento, como por ejemplo, concursos de acreedores, cualquier ejecución dineraria o hipotecaria, procedimientos de jurisdicción voluntaria o administrativos de apremio, por poner algunos ejemplos. 

Algunas personas nos preguntan si es posible rechazar una subasta ya adjudicada, y tenemos la respuesta, pero la daremos un poco más adelante. Antes hay que conocer algunas otras cosas acerca de las subastas. Por ejemplo, cada subasta tiene sus propias normas, las cuales se publican en el portal del BOE.

Quiero adquirir los bienes por subasta o bien por venta directa

Es posible comprar los bienes que se publican en el portal de subastas, pero para ello antes es necesario registrarse como usuario.

En el caso de que sea sin subasta notarial, se podrá registrar toda persona que tenga capacidad legal de contratación según nuestras leyes. Estas personas que no estén dadas de alta como usuarios, podrán ver la información de todos los bienes, pero para realizar cualquier otra acción deberán crearse un usuario. 

Una vez se aporta la documentación, se puede tardar hasta un máximo de tres días hábiles en que esa se valide.

¿Cómo se hace una puja? 

Si quieres pujar, esto es necesario antes de rechazar una subasta adjudicada, el usuario usa sus credenciales para entrar en el sistema y elegir la subasta en la que quiere participar. Para ello, tendrá que acreditarse debidamente y realizar el depósito que se haya establecido para su participación. Si hay una puja mínima, la del usuario no podrá bajar de esa cantidad. También es posible pujar en representación de otra persona, y para ello tendrá que introducir las credenciales de esa persona. 

¿Se puede rechazar una subasta que ya se ha adjudicado?

Hay ocasiones en las que, tras ganar una subasta, el usuario ganador pretende echarse atrás y rechazarla. La cuestión de todo esto es si se puede hacer. 

La respuesta a si se puede rechazar una subasta que se ha adjudicado es sí. Si se diese el caso de que quien ha presentado la puja ganadora no quisiera continuar con el proceso por el cual se le adjudica el bien o no presentara los documentos necesarios para ello se le pueden exigir responsabilidades. Estas serán las derivadas de incumplimiento de ser el mejor postor. En este caso, se podrá adjudicar el bien a la segunda mejor puja.

Ahora bien, la persona que piensa en rechazar una subasta tendrá que hacer frente a los daños y perjuicios que el procedimiento cause. Esto quiere decir que perderá el depósito que entregó para participar y la reclamación que la autoridad estime oportuno. Además, tendrá que pagar un 5% de la cantidad de la mejor postura si es un bien inmueble, y si es mueble, del 15%. Además, puede conllevar también acciones penales que se describen en el artículo 262 del Código Penal.

Como puedes ver, rechazar una subasta que ya se ha adjudicado puede ser negativo para la persona. Como señalamos, tendrá que hacer frente a una sanción económica, pero también, en algunos casos puede tener consecuencias penales. 

¿Quieres saber más? Contacta con nuestro despacho de procuradores en Galicia.

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