Desde Paz Montero siempre tratamos de explicar la gran importancia de la figura del Procurador y de sus funciones. En este nuevo artículo, lo que pretendemos abordar es la necesidad de un procurador para divorciarse. ¿Es necesario en todos los casos? Si no es así, ¿en qué casos se requiere la participación de este profesional? Veamos.
Es muy posible que ante la incómoda y dolorosa situación de un divorcio de una pareja, te preguntes qué hay que hacer, qué pasos hay que dar y, por supuesto, qué requisitos hay para ello. En ese caso, lo mejor que puedes hacer es acudir a nuestro despacho, para que te asesoremos en todo aquello que necesites.
¿Qué hay que saber acerca del divorcio?
Nuestro ordenamiento jurídico recoge todos los términos y condiciones en los que los ciudadanos debemos realizar cualquier acto de esta índole. Por lo tanto, el divorcio también lo está.
Es la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC) la que recoge y estipula cómo se debe realizar la tramitación de estas solicitudes para disolver un matrimonio. Igualmente, también determina los casos en los que es necesario un procurador para divorciarse. De esta forma, esta normativa estipula que el divorcio puede realizarse de dos formas diferentes: de mutuo acuerdo o de manera judicial.
La primera, de mutuo acuerdo, implica un consenso por parte de las dos personas que componen la pareja a disolver, mientras que el judicial se lleva a cabo cuando no existe ese acuerdo y es el juez el que tiene que dirimir en la disputa y ser él quien establezca los términos en los que se llevará a cabo.
Entonces, ¿cuándo hace falta un procurador para divorciarse?
En primer lugar, hay que saber que el Procurador se ha licenciado en Derecho, por lo que conoce perfectamente el campo. La función del Procurador para divorciarse es la de representación de su cliente y la de aportar cuantos documentos sean necesarios para el proceso al abogado.
Así, la Ley establece que el procurador será obligatorio en los divorcios contenciosos o judiciales, mientras que la persona puede contratar sus servicios de forma optativa y voluntaria en los divorcios en los que existe un consenso entre las partes.
¿Qué hace el procurador en el proceso de divorcio? ¿Cuál es su papel?
A la hora de pensar si contratar un procurador para divorciarse (esto, recordamos que en el caso de afrontar un divorcio judicial es obligatorio) hay que considerar que este profesional tiene un papel muy importante: el de facilitar en la mayor medida posible que el proceso se realice de forma ágil. Ten en cuenta que en un divorcio hay muchos elementos que pueden hacer que existan fallos o errores, y esto puede hacer eterno la disolución del matrimonio. Y eso puede causar un desgaste muy grande en ambas partes de la pareja.
Por ello, entre sus muchas funciones se encarga de las siguientes:
- La realización de todos los trámites que sean necesarios en el procedimiento en cuestión
- La presentación de los distintos escritos que se requieran ante la autoridad competente
- Trasladar la documentación y notificaciones que tengan lugar durante el proceso a las partes implicadas
- Llevar a cabo el cómputo de los distintos plazos establecidos
De igualmente, otra de las labores que realiza el procurador para divorciarse es hacer un seguimiento exhaustivo de todos aquellos escritos que ha de presentar. En ellos, deberá resolver cualquier deficiencia o dificultad que entorpezcan la marcha adecuada del proceso de divorcio.
Pero el procurador lleva a cabo otras funciones en el divorcio
Además de lo antes mencionado, el procurador en un divorcio hacen una tarea importante de empatía con su cliente, para evitar que esté intranquilos durante el proceso. Es necesario recordar que el procurador traduce las inquietudes de su cliente a un lenguaje tan desconocido para el ciudadano como lo es el jurídico.
Como ves, aunque en el caso de los divorcios en los que existe un acuerdo entre las partes no es obligatorio un procurador para divorciarse, sí que es más que conveniente hacer uso de sus servicios.
¿Hablamos?