Conflictos entre inquilinos y propietarios han existido desde siempre. Debemos tener en cuenta que se trata de una relación en la que lo único que los une es un contrato de alquiler, y que cada parte mira por sus propios intereses. Por otro lado, los conflictos entre ellos pueden ser de muy diversa naturaleza, y por eso, si necesitas ayuda, lo mejor es que recurras a abogados en Galicia que ya cuenten con experiencia en este sector.
Así, para que puedas tener un punto de partida, en este post de Paz Montero y Asociados hablaremos de qué hacer en varios de los supuestos más comunes.
Cómo lidiar con los conflictos entre inquilinos y propietarios
Como hemos mencionado antes, los conflictos entre inquilinos y propietarios pueden ser de muy diversa índole, y no en todos los casos se debe proceder de la misma forma. Simplemente, queremos señalar que, en caso de que no haya acuerdo entre los dos, la mejor opción que se puede tomar es la de utilizar la mediación, siempre que se realice de forma adecuada y con la intervención de un profesional de ese campo.
El no pagar la renta
Este es uno de los conflictos entre inquilinos y propietarios estrella de nuestra lista. Es uno de los más graves, sin duda. En caso de que no haya acuerdo de resolución de este problema, la solución más idónea es la de enviar un burofax al inquilino diciéndole que debe pagar en 30 días. Si aun así no se produce el pago, siempre se puede recurrir al inicio del desahucio por esta razón. Para evitar problemas mayores, siempre es mejor intentar llegar a un acuerdo antes de iniciarlo. De hecho, el 90% de las veces es como se resuelve el problema.
Modificar la vivienda
Otro de los conflictos entre inquilinos y propietarios es el de la modificación de la vivienda. El inquilino tiene la potestad de modificar la disposición del mobiliario o colocar estanterías sin tener que consultar con el propietario, así como también puede pintar. Pero en el caso de obras o modificaciones mayores, debe pedir permiso al dueño del inmueble.
Conflictos entre inquilinos y propietarios: cuánto dura el contrato
Según la ley, un contrato de alquiler tiene una vigencia mínima de 6 meses para el arrendador. Es verdad que se puede pactar una duración diferente del mismo si se garantiza la mínima establecida por la ley: un año que puede prorrogarse hasta 5. En el caso de que un mes antes de la prórroga el propietario no avisa de no querer renovar, puede ampliarse el plazo otros tres años.
No obstante, cada año el inquilino puede pedir la resolución que le une al propietario siempre que lo haga con 30 días de antelación. Y si el dueño quiere usar el inmueble para sus intereses, puede solicitarlo también. Si la causa es otra distinta a la necesidad para él o su familia puede ser sancionado.
El precio que se pagará por el alquiler de la vivienda
Una posibilidad que tienen inquilinos y propietarios es la de volver a negociar la cantidad de dinero que conlleva el alquiler de la vivienda. Tras los 6 meses iniciales, el inquilino puede pedir que la cantidad vuelva a negociarse. Para no tener conflictos entre inquilino y propietario una muy buena opción es la de hacer un trabajo de prospección de la zona para ver cuánto se suele pagar por los alquileres en el área en el que se encuadra la vivienda, y decidir el precio en base a la demanda que haya.
¿Y si no hay solución a los conflictos entre inquilino y propietario?
Hay ocasiones en las que no es posible llegar a un acuerdo, por mucho que las dos partes lo intenten. La solución, en este caso, es acudir a profesionales de la mediación en Galicia. Cada vez son más personas las que utilizan esta herramienta, ya que con ella se pueden resolver problemas de forma mucho más eficaz.
Lo único que hay que hacer es añadir en el contrato la Cláusula de Arbitraje para todas sus cláusulas. Sin lugar a dudas, esta puede ser la solución a los conflictos entre inquilinos y propietarios.